martes, 13 de junio de 2017

ENTREVISTA CON MOUSTAPHA SAFOUAN

29 MAYO 2017
AUTOR:CulturePsyP7


Moustapha Safouan : El psicoanálisis es la historia del complejo de Edipo y la historia del complejo de Edipo es la historia de la familia. Tengo en proyecto un libro sobre los avateres del complejo de Edipo ligados a la evolución histórica de la familia. Podemos decir que en el medio de los cazadores-recolectores, la familia era no problemática: el hijo veia delante de él que su padre era verdaderamente el significante del deseo materno y se disponía a vivir según el mismo método. Con la revolución agrícola nace el patriarcado que conlleva en cierto modo el segundo nacimiento del Homo Erectus: en lugar de depender de lo que la tierra da, se hace producir esta tierra. La justicia romana por ejemplo se detiene en la puerta de la casa. En el interior es la ley del patriarcado. Y si el patriarcado no ha sido una locura (ya que es una locura remitir un poder tal, la ley, a unos cuantos) es porque se ha construido al lado de la casa el templo. Se impuso un tercero delante del cual somos todos iguales. En este contexto, el Edipo ha funcionado bien puesto que un hijo, cualquiera sea la tensión entre él y su padre, deviene el guardian de la historia y del nombre del ancestro, con la protección igualmente de la igualdad ante Dios.

Las cosas cambiaron con la revolución industrial: primero el padre no tuvo casi nada que trasmitir, la casa dejó de ser un taller, la madre comenzó a trabajar en las fábricas, la familia se cortó de las sociedades. El marco de la familia no fue más lo social sino el Estado, o sea el Estado limita la autoridad parental. Ese vacío absoluto arrastró la moda de los psicoanalistas. Vinimos para llenar ese vacío. En aquel momento, como la familia se vió compuesta por individuos que no tenían nada en común (ni creencia ni transmisión), la tensión entre el padre y el hijo explotó. La historia de la quiebra de los padres ha estallado de una manera inimaginable con las destrucciones del siglo XX. Los campos, el genocidio: los niños vieron cosas que uno  nunca hubiera podido imaginar.

Encontramos el complejo de Edipo, -es el descubrimiento de Freud-, cuando el padre estaba todavía allí, pero no duró él mismo mucho tiempo. Desde este punto de vista estamos pues en el fin del psicoanálisis.

Moustapha Safouan: Lo que queda, eso habrá sido cuando eso pase (palabra de Lacan), es en efecto la teoría y la que ha puesto el acento sobre el serhablante. Lacan ha transformado radicalmente el complejo de Edipo al definir el deseo por el deseo del Otro y haciendo del Otro un lugar del lenguaje, del que la madre es la primera a ocupar ese lugar.

miércoles, 31 de mayo de 2017

PSICOANÁLISIS Y FEMENINO



UMBRAL XARXA d’Assistència “psi”                               
EQUIP UMBRAL-TARRACO  
Nuestra última actividad del curso es el martes 6 de junio de 19’30 a 21hcon ella cerramos el ciclo de psicoanálisis y un tema específico.


El tema elegido es PSICOANÁLISIS Y LO FEMENINO
Lo femenino siempre presente en toda cura psicoanalítica en la particularidad de cada sujeto, y en lo social como un tabú de lo femenino, está sujeto a una doble represión, primero reprimido por cada uno y luego por la sociedad.
En esta ocasión nuestro invitado es Josep Sanahuja, psicoanalista de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Y nos hablará de lo femenino, que atraviesa el psicoanálisis desde sus inicios, “como un campo a explorar que abre cada vez nuevos interrogantes”,  tomando los impases del goce femenino, que llevan a retomar la clínica rediseñando su punto de partida desde la psicosis. 
Col·legi de Psicologia de Catalunya, C/ Ramon i Cajal 11, 1r  2a. Tarragona. L’assistència és oberta.



El tema elegido es PSICOANÁLISIS Y LO FEMENINO
Lo femenino siempre presente en toda cura psicoanalítica en la particularidad de cada sujeto, y en lo social como un tabú de lo femenino, está sujeto a una doble represión, primero reprimido por cada uno y luego por la sociedad.
En esta ocasión nuestro invitado es Josep Sanahuja, psicoanalista de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Y nos hablará de lo femenino, que atraviesa el psicoanálisis desde sus inicios, “como un campo a explorar que abre cada vez nuevos interrogantes”,  tomando los impases del goce femenino, que llevan a retomar la clínica rediseñando su punto de partida desde la psicosis. 
Col·legi de Psicologia de Catalunya, C/ Ramon i Cajal 11, 1r  2a. Tarragona. L’assistència és oberta.


martes, 7 de marzo de 2017

Poesía



Ella viene – viene y se va –
Ella soy yo

Una
Sombra dorada de cuerpo lejano

Dos
Silencios blancos de dudas calladas

Tres
Culpas nevadas de fantasmas cotidianos

Ella
Que ama mis noches ausentes
Desea respirar tiempos de llanto
Tiempo de penas, que duerme quieto
Y despierta con la presencia

Yo
Odio tu calidez trepadora
Esa sonrisa invitadora
De mundos suaves
De rosadas lejanías

Ella viene  -- viene y se va --

Ella soy yo – imán de deseos --



jueves, 2 de marzo de 2017

EL CUERPO CUESTIÓN FUNDAMENTAL DEL SABER PSICOANALÍTICO


         S. Freud inventó el psicoanálisis gracias a la escucha de sus pacientes dando lugar a un saber psicoanalítico transmisible, revelando a partir de los trastornos corporales de la histeria, no solo su causa psíquica inconsciente sino también cómo lo inconsciente busca el goce, es decir, el síntoma corporal es la escritura de un goce.
      J. Lacan definió la entrada del ser humano en el lenguaje como el primer trauma del sujeto. Es traumático nuestro encuentro con un lenguaje que nos preexiste, con el lenguaje del Otro, que vehicula su demanda y su deseo. El cuerpo al nacer se inviste de una significación fálica al venir a equivalerse a la falta del Otro,  debido precisamente al deseo del Otro materno, un deseo que lo determina y lo aliena. Esta significación que carga pulsionalmente el cuerpo, será expulsada afuera, al exterior, por la represión originaria, primer acto de un sujeto que se hace existir gracias a negarse y resistirse a ser objetivado, engullido y anonadado por el deseo del Otro.
La objetivación corresponde a estar en una posición pasiva, la de “ser…”, como ser gozado, ser hablado, ser cosificado, es la alienación del sujeto. La consecuencia de esta represión es la pérdida definitiva del cuerpo real al que no nos será posible acceder, es decir la pérdida y el corte o separación de algo de uno mismo,  pero también ganamos existir como sujetos aunque al precio de ser un sujeto dividido. La mitad de nosotros mismos, el cuerpo pulsional, o sea la pulsión, expulsada afuera pulsionará constantemente la vida psíquica pues lo que fue expulsado al exterior nos retornada siempre investido pulsionalmente.
La pulsión está articulada a la demanda del Otro, y la demanda materna concierne al cuerpo del niño pues el lugar al que esta demanda llama al cuerpo es el de lo que convendría ser para satisfacer el goce materno. Las pulsiones pues están al servicio de dar al Otro lo que le falta y evitar así la angustia de su castración.
El deseo del sujeto resulta de su propia división, por decir no o por contrariar el deseo del Otro, operación necesaria para hacerse existir como sujeto de su propio deseo. La dinámica del  deseo del ser hablante es la repetición, que no debemos entender como la repetición de un mismo acontecimiento, sino que se trata de intentar revivir de una manera activa el traumatismo subjetivo que uno ha vivido de manera pasiva. En realidad uno intenta juntarse con su propio doble ideal, reunir ambas partes de la división, cosa imposible pues el sujeto no puede estar en ambas partes al mismo tiempo. Podemos pensar el deseo como un intento de rencontrarse a sí mismo, bien con la palabra o bien con el partenaire en el deseo sexual. Cuando hablamos buscamos reencontrarnos y en la cura analítica nos reencontramos en nuestro propio decir.