La mujer, más verdadera y más real
Primera afirmación de
Lacan: es preciso concebir el goce como independiente de la articulación del
deseo. El deseo se constituye más acá de la zona que separa goce y deseo, en la
falla donde emerge la angustia. Concierne al Otro interesado en el goce, que es
el Otro real. El deseo no lo concierne en su centro, sólo excéntricamente y al
lado, a minúscula sustituto del Otro mayúscula.