lunes, 21 de enero de 2013

SEMINARIO VIII: LA TRANSFERENCIA

CAP. XVI
PSYQUE Y EL COMPLEJO DE CASTRACIÓN




Ver el cuadro del que se sirve Lacan para  señalar el lugar del falo de Eros velado, la amenaza de la cimitarra (Psique va armada), la importancia de la mirada, la trampa en la que cae Psique provocada por las hermanas (otra mujer), que la lleva a querer ver lo prohibido, pues ante la insistencia de su amante Eros en dicha prohibición sólo puede pensar que lo que insinúa la otra mujer como engaño es cierto.
Las desventuras de Psique se deben al antecedente de ser objeto de los celos de Venus, pues la considera como una rival. Lacan aclara que esta historia de Psique no trata sobre la pareja, sino sobre las relaciones del alma y del deseo. No es posible articular el complejo de castraciíon sin la diferencia entre deseo y demanda. 
El sentido del mito es que Psique, el alma, no comienza a vivir como tal, más que como sujeto de un pathos, cuando el deseo que la ha colmado se sustrae y la huye.

"El nacimiento del alma, es en lo universal y en lo particular, para todos y cada uno, un momento histórico" El análisis va directo ahí, al complejo de castración, a su paradoja. Y es el punto a partir del cual hay que poner a prueba la teoría. Existe la divergencia entre el objeto de la demanda, ya sea en el estadio oral la demanda del sujeto, ya en el anal la demanda del Otro, y lo que en el Otro está en el lugar del deseo. 
No se trata de las pulsiones primarias, ni de la afánisis del deseo sino de todo lo contrario, de la determinación del mecanismo significante (temática del falo), que en el complejo de castración lleva  al sujeto, no a temer la afánisis, sino a refugiarse en ella, "a guardar su deseo en el bolsillo". Es decir lo más preciado, más que el deseo mismo, es el símbolo que es el falo. 

Cointinuación en página Grupo de estudio y lectura.

 

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