martes, 18 de octubre de 2011

EN EL HILO...

...DE LA REUNIÓN II DEL 23 NOVIEMBRE 1960 
SEMINARIO 8 de J. Lacan "La transferencia"

Sabemos que Lacan ha escogido para introducirnos en la transferencia, en el amor de transferencia, el diálogo de Platón "El Banquete".
Nos cuenta qué es el banquete, y la irrupción que supone la entrada del personaje Alcibíades, de quien Sócrates se declara como su primer amante, el primero que ha amado a Alcibíades, el cual goza de una gran belleza y de una excepcional inteligencia, logrando así seducir a quien se propone. Podríamos decir que con él llegó el escándalo, para calificar esta historia de Sócrates y Alcibíades en  su magnitud.
Si tomamos la escenificación del banquete con las sucesivas intervenciones, que se van encadenando, como una analogía de las sesiones psicoanalíticas, nuestra pregunta es qué sentido dar al discurso desplegado con la irrupción de Alcibíades, sabiendo de entrada que el tema elegido en el banquete es el del amor. 
Así que Lacan nos prepara para entrar en ese escenario del amor con dos o tres señalamientos sobre el tema: 
-el amor es dar lo que no se tiene, 
-el amante es quien está como sujeto del deseo, 
-el amado está como el que en la pareja, es el que tiene, 
-por lo tanto la cuestión es saber si eso que tiene está en relación con eso que al otro, el amante, le falta, si es posible establecer una relación cualquiera entre lo que a uno le falta y el otro tiene
Y nos avanza una respuesta al recordarnos que el deseo es siempre deseo de otra cosa pero que justamente la conjunción del deseo con su objeto por inadecuado, permite ese giro que hace surgir eso que se llama amor.
Es decir gracias al amor es que vamos a intentar recuperar lo que perdimos para poder existir, para tener unas existencia propia. El deseo nos empuja a la búsqueda del objeto y cuando creemos encontrarlo resulta que no era eso, es decir que no es posible la satisfacción del deseo, pero justamente el amor nos sitúa siempre en la posibilidad, más bien diría en la suposición, de que reencontrarlo es posible.

 

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